Nuestra boba democracia
- Ysmael Tasayco
- 9 ene
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Todos hemos crecido escuchando que la democracia es el pilar para el desarrollo de cualquier país, sin ella estamos perdidos, no existe un futuro seguro, al menos uno promisorio. Pero ¿en el Perú esta democracia en la que vivimos nos asegura el desarrollo en igualdad para todos? Creo que no. La izquierda la ha prostituido a favor de sus intereses y la derecha la ha utilizado para proteger intereses de empresarios corruptos. Si bien los dos extremos envenenan lentamente al país, considero que la izquierda ha ido mucho más allá de lo ilegal. Ellos usan la democracia para lo inmoral, emplean la vida de algunos incautos para sus fines, hacen héroes a aquellos que ignoran porqué luchan.

Pensemos en las protestas que hemos vividos en los últimos años. La izquierda te quiere hacer creer que la democracia te permite salir libremente y destrozar lo que esté en tu camino, asesinar y quemar a policías. Destrozar comisarías con personal dentro, ingresar a aeropuertos y hasta arremeter contra soldados que apenas tienen pocos meses vistiendo el uniforme y sienten que - el solo hecho de vestirlo - ya los hace soldados, cuando simplemente son jóvenes empezando a vivir. Sin embargo, para la izquierda todo esto es democrático y saltan hasta el cielo cuando quienes tienen el monopolio de la fuerza, es decir, El Estado, mediante las facultades que brinda la Constitución, utilizan mecanismos para disuadir cualquier tipo de disturbio. Esa democracia es boba, ya que la democracia no te permite todo, te permite vivir con la extensión al máximo de tus derechos, pero deben llegar hasta donde empiezan la de los demás.
Esta democracia boba permite que un asesino de policía ingrese a la política y llegue a muchos débiles mentales que no se cuestionan a quienes están apoyando. Permite que se hable más de policías o militares que abusaron de su poder (que sí los hubo y debe caer todo el peso de la ley) que de terroristas quienes quemaron vivos a mujeres y niños, que reventaban bombas sin importar consecuencias, quienes asesinaban a punta de piedra a gente en el interior del país. Esto permite esta democracia boba, inclusive le permite a gente de izquierda manipuladora llamar conflicto armado interno a la época del terrorismo que hubo acá. No me acuerdo que los campesinos que eran asesinados en sus pueblos o la gente que descansaba en la calle Tarara o los trabajadores del canal 2 estuvieran armados luchando contra esos terroristas miserables.

La izquierda nos quiere hacer creer que una persona que protesta con vestimenta tradicional de alguna ciudad del interior del país, es más relevante que cualquier reclamo de un ciudadano que vive en cualquier distrito céntrico de la capital. Todos los peruanos deberíamos vivir bajo las mismas condiciones y derechos, pero la izquierda es capaz de enviar madres con polleras y cargando niños a protestar, para pretender darle más legitimidad a sus lucha. “Lucha” que utiliza al pueblo más vulnerable, pero solo beneficia a esta izquierda rancia y demacrada. Todo esto es permitido por esta democracia débil que vivimos en el Perú.
La izquierda utiliza la democracia boba para defender, a través de mecanismos internacionales, solo a los delincuentes y terroristas ¿o no nos hemos dado cuenta del negocio de esta gente? ¿cuando se preocuparon de los derechos humanos del pueblo golpeado por el terrorismo o delincuencia? Jamás. Pero la izquierda, a través de la democracia boba, se apoya en organizamos internacionales que se le calienta la sangre cuando se va a construir un penal a más de 4 mil metros de altura, pero no se inmutan cuando queman a policías vivos. Esto es permitido por esta democracia en un país donde nos morimos de miedo de enfrentar a estas sanguijuelas que vienen succionando desde adentro económica y moralmente a nuestros ciudadanos.
Esta democracia paupérrima que vivimos le permite a un grupo de personas creer que pueden decidir cuando hablar de sexo con los hijos. Siempre que se inmiscuyen con lo más preciado que tenemos: nuestros hijos, es solo sobre sexo, no les interesa nada más, pero como estamos en “democracia” pueden llegar hasta donde quieran. Pobre de aquel que no esté alineado, esa maquinaria socialista enciende sus motores y te aniquila con periodistas idealizados hasta jueces y fiscales tomando decisiones afines a sus objetivos.
Esta democracia turbia es imperfecta desde lo más complejo hasta lo más cotidiano, le permite a alumnos de universidades nacionales quedarse en estas casas de estudio 15 años sin ser expulsados. Claro está, que es para adoctrinar a varios otros alumnos incautos, pero no solo eso. Ellos protestan contra quienes pagamos impuestos y financiamos sus estudios ¿por que no se le da prioridad a los alumnos que necesitan y quieren estudiar para progresar? ¿por qué mantener a estos vagos? Esto es el resultado de esta débil democracia, lo permite todo, busca igualdad, pero hacia abajo, así nos mantendremos en el tercer mundo, solo sosteniendo a quienes no lo merecen.

Es común que uno de los pilares fundamentales de una democracia consolidada sea la libertad de expresión y, quien llevaría el estandarte de esta libertad debería ser la prensa, pero qué podemos esperar de cierta parte de la prensa que adoctrina a quienes el rigor de investigar hechos y consecuencias es débil o casi nulo. Simplemente se vuelven “hinchas” de quien da la información y la dan por cierta, más penoso aún es la prostitución de la noticia, es transformada por aquellos “periodistas” que solo cuentan una parte del cuento o en su defecto distorsionan la realidad, atentando contra la fe publica, siendo esta última responsable de dejarse desinformar. Estas consecuencias se permiten en este tipo de democracia. Muchas veces somos los principales responsables que así sea, tomamos partidos por las personas y no por las ideas, destruimos honras por las creencias y no siempre por la verdad, licencias que te da este tipo de democracia.
Esta clase de democracias inertes nos hacen llorar por un solo ojo, el ojo que llora lo llaman, ese ojo solo llora para las víctimas que le convienen a su ideología. A las otras ni las nombro, prefieren cerrar el otro ojo y que esa lágrima solo se desprende de aquel ojo que juzga a quien quiero que sea juzgado, que victimice a quien sea productivo económica como ideológicamente a mis intereses. Entiendo que, cualquier tipo de democracia desbordada y manipulada no es democracia. La democracia consolidada es entender mis derechos y saber hasta donde llegan y, no menos importante, aceptar las consecutivas de no respetarla.
Tengamos mucho cuidado con aquellos que sacan la bandera de la democracia constantemente. Quizá solo quieren imponer la democracia que colme sus expectativas, y cuando la democracia empiece a incomodarles te señalarán de dictador, fascista y ultra conservador, pero no perdamos de vista que, finalmente y en muchos casos, los países tienen los políticos que se merecen.